Si te despiertas y piensas que es mejor no levantarte de la cama pero aún así decides enfrentar al mundo y levantarte, puedes sentirte orgulloso de ti mismo, porque así es como demuestras que no te asusta vivir, que aunque desde un principio parezca que vas a tener un mal día, lo enfrentas y te atreves a cambiarlo, a hacer lo imposible por convertirlo en un buen día, un día estupendo, ese día que nunca podrás olvidar.